Ciudad de luces y colores,

ciudad de seres solos que caminan y que descansan.

Seres que miramos sin ver
 se diluyen en el reflejo de una acera.

Personas que paran y conversan para no decir nada,

que buscan un sitio donde todo se coloque en su lugar

Más allá de lo que vemos, más allá del cielo, y aún más allá, parar un momento y mirar.

Un momento fueron yo y lo que miraba

imaginado porqué, o en qué pensaban

Pero el momento pasó, y ya no estaban.